23-enero-2025
Una comisión global respaldada por más de 75 organizaciones médicas ha presentado un nuevo enfoque para diagnosticar la obesidad, dejando atrás la dependencia exclusiva del índice de masa corporal (IMC). El informe ha sido publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology y propone utilizar en mayor medida mediciones de grasa corporal y signos de disfunción orgánica en su lugar.
El nuevo modelo introduce dos categorías diagnósticas: obesidad clínica, definida como una patología crónica con disfunción orgánica, y obesidad preclínica, que implica un exceso de grasa sin signos de enfermedad pero con mayor riesgo de cara al futuro. Este enfoque busca evitar diagnósticos erróneos y garantizar que las personas reciban tratamientos personalizados y basados en evidencia. Algo que redunda también en beneficio de los pacientes con diabetes tipo 2, patología estrechamente relacionada con la obesidad.
Con más de mil millones de personas afectadas por la obesidad a nivel mundial, este marco podría transformar las políticas de salud pública, reduciendo el sobrediagnóstico y tratamientos innecesarios y mejorando el acceso a cuidados adecuados para quienes lo necesitan. Los expertos enfatizan la necesidad de atención libre de estigmas y centrada en restaurar funciones corporales, en lugar de enfocarse únicamente en la pérdida de peso.
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