04-marzo-2025
Aproximadamente nueve de cada diez personas con diabetes tipo 2 tiene sobrepeso u obesidad, según estimaciones de la Sociedad Española de Diabetes (SED), siendo ambos factores de riesgo principales para el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Según el estudio realizado en España ENE-Covid, el 63,7% de los hombres y el 48,4% de las mujeres de nuestro país conviven con el exceso de peso, afectando la obesidad al 19,3% de los hombres y al 18,0% de las mujeres. Por otro lado, según datos de la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), 4 de cada 10 niños tienen exceso de peso. Concretamente, el 23,3% padece sobrepeso y 17,3% obesidad. De hecho, se estima que el 80% de los adolescentes con obesidad continuarán padeciéndola durante su edad adulta.
Estos datos se relacionan con el sedentarismo y la baja actividad física poblacional. Y es que en torno al 35% de la población española de entre 15 y 69 años presenta un nivel de actividad física calificado como bajo por la Organización Mundial de la Salud (menos de 90 minutos semanales).
Ante esta situación organizaciones de pacientes, sociedades científicas y agrupaciones sanitarias se unen, con motivo del Día Mundial de la Obesidad, para llamar la atención sobre esta patología y concienciar sobre la importancia de mantener unos hábitos de vida saludables y fomentar unas condiciones de vida que favorezcan la salud para todas las personas.
Hacia un nuevo diagnóstico de la obesidad
Actualmente los datos de obesidad y sobrepeso se calculan en base al Índice de Masa Corporal (IMC), una unidad de medida que no siempre es precisa para definir esta patología. En enero de este año, una comisión global respaldada por más de 75 organizaciones presentaba un nuevo enfoque para diagnosticar la obesidad, publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology.
Este nuevo enfoque proponía utilizar en mayor medida mediciones de grasa corporal y signos de disfunción orgánica en lugar del IMC, introduciendo dos nuevas categorías diagnósticas: obesidad clínica, definida como una patología crónica con disfunción orgánica, y obesidad preclínica, que implica un exceso de grasa sin signos de enfermedad, pero con mayor riesgo de cara al futuro.