El impacto de la COVID-19 en los pacientes crónicos

La COVID 19 complica el buen control de la diabetes tipo 2, más allá de la propia infección, debido a que la pandemia provocada por la SARS-CoV-2 sigue generando una gran presión asistencial en las consultas de Atención Primaria. En la práctica, esto supone, de entrada, que los pacientes encuentren muchas limitaciones para continuar con sus revisiones presenciales en los centros de salud.

Lógicamente, esta falta de control está afectando también a la adherencia al tratamiento a corto, medio y largo plazo. Antes de la pandemia, el porcentaje de pacientes con diabetes que era adherente al tratamiento farmacológico era del 54%. Ahora, según los expertos, la falta de seguimiento está provocando que esta cifra se reduzca drásticamente. Esto afecta, especialmente, a las personas con diabetes, que, en muchas ocasiones, desconocen las complicaciones a las que se pueden enfrentar debido a un mal control de la patología. Aunque existe más conocimiento en relación a las enfermedades cardiovasculares, el edema macular o el pie diabético, otras, como es el caso del dolor crónico, no cuentan con la misma visibilidad. Sobre esta última dolencia, los datos demuestran que entre el 28% y el 49% de los pacientes con diabetes padece neuropatía diabética, que en el 50% de los casos se acompaña de dolor. Por otra parte, aproximadamente 2/3 de los pacientes con diabetes sufren condiciones que producen dolor, además de tener también consecuencias emocionales, provocando, en muchos pacientes, depresión concomitante (28%) y / o ansiedad (27%).

Con el objetivo de trasladar a la Administración Pública que la COVID-19 no puede continuar siendo una excusa para seguir demorando una adecuada atención de los pacientes con diabetes, la Federación Española de Diabetes (FEDE), con el apoyo de la Sociedad Española del Dolor y el Grupo OAT, ha lanzado la campaña “A qué duele”, que cuenta con el apoyo de Grünenthal y A. Menarini, y que está avalada por Fenin.

Con esta iniciativa, FEDE denuncia que la situación sanitaria actual hace necesario un refuerzo de la atención a los pacientes con diabetes para evitar sus complicaciones. Además, se busca, ante todo, conseguir una mejora de la calidad de vida de los pacientes con diabetes que sufren dolor crónico, que repercute tanto en su bienestar físico como emocional. Por otro lado, también se quiere hacer hincapié en la importancia de la prevención de este tipo de complicaciones de la diabetes, que, además, supone un gran gasto para el Sistema Nacional de Salud (SNS). Los expertos estiman que la carga económica de la diabetes corresponde al 8,2% del total del presupuesto sanitario, lo que implica 5.809 millones de euros anuales, de los cuales 2.143 millones son debidos a las complicaciones de la enfermedad, cantidad que se vería notablemente reducida si los pacientes tuviesen acceso a una mejor educación diabetológica que facilitara la gestión de su patología.