Soledad y diabetes

En el desarrollo de la diabetes, además de factores que influyen directamente sobre el estado físico, como lo son la alimentación o el deporte, también tienen mucho que ver factores psicológicos. En este sentido, situaciones de estrés o de un malestar mental pueden alterar los niveles de glucosa en sangre.

Según un estudio de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), cuando los niveles de cortisol (hormona del estrés) son elevados, se puede generar una resistencia a la insulina. Esto se traduce en que, ante episodios de estrés o depresión, se activa la respuesta fisiológica del organismo y se puede agravar el desarrollo de la patología.

Y aunque el sentimiento de soledad es habitual en algunos momentos de la vida, se vuelve mucho más frecuente en edades avanzadas, donde también hay una mayor incidencia de la diabetes. Esta soledad, a su vez, viene provocada por el estrés y la elevación de los niveles de cortisol. Y una de las maneras más comunes de paliar este sentimiento es comiendo, ya que también se produce un aumento del apetito.

Por todo esto es tan importante contar con una alimentación equilibrada y saludable, y con apoyo psicológico no solo en el debut de la patología, sino también durante el desarrollo de la misma. Gestionar la diabetes puede llegar a ser complicado desde el punto de vista emocional, pero con acompañamiento por parte de profesionales, asociaciones de pacientes y del entorno más cercano, se puede disfrutar de una buena calidad de vida y controlar fácilmente los niveles de glucosa.