Los pacientes con enfermedad renal diabética pueden sufrir algunas alteraciones metabólicas que favorecen la acumulación de colesterol en las arterias, que a su vez puede ocasionar enfermedades del corazón, como hipertensión, colesterol e incluso muertes por problemas cardiovasculares. Así lo ha concluido un grupo de científicos de la Universidad de São Paulo en Brasil.
En la investigación se observó que las personas con diabetes y enfermedad renal (sea cual fuere el estadio en el que se encontraran) son más propensas a la carbamoilación de la proteína albumina, lo que se traduce en una reacción no enzimática que, al igual que la glucación, favorece la acumulación de la lipoproteína de baja densidad (o lo que se conoce como colesterol “malo”) y perjudica el funcionamiento de las lipoproteínas de alta densidad (las encargadas de transportar el colesterol “bueno”). Además, las personas que padecen enfermedad renal retienen sustancias tóxicas en su organismo, como la urea, ya que no pueden eliminarla al orinar.
Ante todo esto, y para evitar mayores complicaciones, los expertos aconsejan el buen control de la patología, mediante el cumplimiento terapéutico, así como acudir a las visitas rutinarias pautadas por los profesionales sanitarios de referencia.
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