La diabetes es una patología crónica que, aunque acompaña a los pacientes durante toda su vida, les permite llevar una vida completamente normal, siempre y cuando sea saludable y se adhieran al tratamiento. No obstante, el debut en diabetes puede acarrear un shock inicial que, de no contar con el apoyo necesario, podrá traer consecuencias durante la gestión futura de la patología.
Asumir la diabetes es el primer paso que se debe dar para poder hacerle frente. Y es que, a pesar de aparentar ser algo sencillo, puede resultar complicado por la fortaleza mental que requiere reconocerse a sí mismo con una nueva condición de vida.
Durante este periodo de adaptación, la ayuda de psicólogos y otros profesionales de la salud mental y emocional se vuelve imprescindible, así como apoyarse en los familiares, amigos y el entorno más cercano, que de un modo u otro, vivirán también la patología.
La diabetes, en muchas ocasiones, va ligada a cuadros psicológicos como la depresión y la ansiedad, y a sentimientos de soledad. Por eso, además de contar con la ayuda profesional de psicólogos, es recomendable acudir a las asociaciones de pacientes, donde se puede encontrar acompañamiento de otras personas en la misma situación, o que ya han pasado por ella y pueden aconsejar.
Todo este apoyo emocional forma parte de una serie de recomendaciones, entre las que también juegan un papel fundamental la alimentación saludable y equilibrada, la práctica de ejercicio, y la adherencia al tratamiento.