Mantener un corazón sano evita riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, comúnmente ligadas a hábitos de vida poco saludables, sedentarismo, tabaquismo y patologías como la diabetes, hipertensión u obesidad.
Es por ello que los expertos apuntan a que, para frenar el deterioro de este órgano vital, así como el del organismo en general, es importante una dieta sana, como la mediterránea, y realizar ejercicio físico regular para no desarrollar niveles anormales de tensión o colesterol, así como diabetes.
Además, señalan que los síntomas comunes que deben hacer saltar las alarmas sobre riesgos en el corazón son: dolor torácico que se produce al realizar deporte; dolor de pecho; el ahogo constante y cansancio al realizar cualquier actividad; o edemas e hinchazón de piernas. Ante esto, se recomienda acudir a un profesional sanitario para valorar si se trata o no de un problema cardiovascular.
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