El pie diabético es una de las complicaciones más frecuentes de la diabetes, afectando a cerca del 15% de los pacientes. Se trata de una comorbilidad vascular que afecta a los miembros inferiores y provoca úlceras e infecciones. Debido a que puede repercutir de manera muy grave a la salud, los expertos señalan la prevención y el diagnóstico temprano como claves imprescindibles para disminuir su impacto.
En el primer ámbito, el de la prevención, es de gran relevancia el acceso de los pacientes a una buena educación diabetológica, que les permita mantener un buen control glucémico. Y en cuanto al diagnóstico precoz, es muy importante para evitar nuevas ulceraciones e infecciones. Por ello, se recomienda a los pacientes con diabetes que acudan al podólogo de forma regular, para realizar las revisiones pertinentes.
Finalmente, la adherencia al tratamiento es siempre necesaria, tanto para prevenir el pie diabético como para optimizar su abordaje, que tiene muchas más posibilidades de éxito si el paciente consigue mejorar su autogestión de la diabetes.
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