El exceso de grasa corporal produce que las células beta del páncreas secreten más insulina de la normal. Cuando los niveles de esta hormona permanecen altos de forma prolongada en el tiempo, las personas pueden desarrollar resistencia a la insulina, causando diabetes tipo 2 (DM2).
Recientemente, un estudio de la Universidad de Washington ha descubierto que la liberación de insulina está controlada en parte por un proceso denominado “palmitoilación”, mediante el que las células unen el palmitato de ácidos grasos a las proteínas. Cuando este ácido graso no se elimina en las células beta pancreáticas, los pacientes desarrollan DM2. En este sentido, el estudio señala que las personas con esta patología tienen una deficiencia de la enzima que elimina el palmitato de las células del páncreas, lo que aumenta la producción de insulina. Aunque este proceso puede darse también en personas sin sobrepeso u obesidad, los investigadores señalan que el exceso de grasa corporal es un factor de gran relevancia.
Este descubrimiento permite abrir la puerta a nuevas opciones terapéuticas, centradas en esta encima que puede ayudar a regular la producción de insulina, para prevenir el desarrollo de DM2 en personas que presentan factores de riesgo.
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