Monitorización continua de glucosa

En la gestión de la diabetes, juega un papel fundamental el control regular de los niveles de azúcar en sangre. Conociendo estos datos, se puede identificar qué factores hacen variar los niveles de glucosa en momentos determinados. Y, lejos de lo que se puede pensar, las alteraciones de la glucosa no pueden ser provocadas únicamente por la alimentación, sino también por algunos medicamentos, por la práctica de ejercicio físico, o por cuadros psicológicos como el estrés, la ansiedad o la depresión.

Evitar hiper e hipoglucemias mediante la monitorización continua de la glucosa en sangre previene las complicaciones derivadas de la diabetes, que van desde problemas cardíacos, renales y cerebrovasculares, hasta complicaciones en la vista y en los pies.

Por otro lado, contar con esta actualización continua de los datos de los niveles de azúcar, permite a los profesionales sanitarios adecuar mejor el tratamiento al caso concreto del paciente. Permiten, por tanto, una mayor personalización e individualización que, a corto plazo, facilitaría la gestión de la patología y reduciría las complicaciones para las personas con diabetes.