Un estudio, al cual dedicamos nuestra noticia #ConCiencia de la semana, ha indicado que algunos medicamentos comunes para tratar patologías como la diabetes, la depresión o el asma, pueden acumularse en las bacterias intestinales, lo que puede afectar a la función bacteriana y reducir su efectividad.
Con esta investigación, dirigida por investigadores de la Unidad de Toxicología del Consejo de Investigación Médica de la Universidad de Cambridge y el Laboratorio Europeo de Biología Molecular en Alemania, se muestra que la eficacia del fármaco cambiaría y la función bacteriana alterada podría estar relacionada con efectos secundarios.
Por ello, se continuará estudiando cómo afectan, de manera individualizada, los tratamientos farmacológicos a cada persona y también la composición de su microbioma.
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