Investigadores del Centro PET de Turku (Finlandia) y de la Universidad Técnica de Múnich (Alemania) han descubierto un mecanismo que controla la saciedad a través de la hormona secretina, encargada de activar el tejido adiposo pardo.
De esta forma se ha demostrado que su actividad está relacionada con el normopeso y el metabolismo de la glucosa, así como de un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Con este nuevo mecanismo de control de la saciedad se abre un abanico de posibilidades para el desarrollo y la investigación de nuevas terapias que tengan como objetivo la prevención de la obesidad y, en consecuencia, la reducción de la prevalencia de la diabetes tipo 2.
Lee toda la información aquí.