Las elevaciones crónicas de la glucosa provocan un riesgo permanente en las personas con diabetes, que pueden ver reducida su calidad de vida por las complicaciones que estas hiperglucemias pueden provocar. En este sentido, muchos estudios se centran en atajar estos problemas, y en hallar nuevos métodos que faciliten la gestión de la diabetes.
De acuerdo a una investigación de la Universidad de Oxford, el deterioro de las células beta-pancreáticas, encargadas de sintetizar insulina, está relacionado con un metabolito de la glucólisis. Este metabolito puede llegar a hiperestimular, a través de nutrientes o factores de crecimiento, la vía mTORC1, produciendo una alteración de la glucólisis y reduciendo la entrada de piruvato.
Para prevenir las consecuentes elevaciones permanentes de la glucosa, los investigadores utilizaron manoheptulosa, un compuesto que inhibe el primer paso de la glucólisis, evitando así la disminución de la secreción de insulina y, por tanto, manteniendo la glucosa en unos niveles estables y fuera de riesgo.