Hacer deporte debería ser un hábito que todas las personas implementen en sus rutinas para mantener un estilo de vida saludable. Es una recomendación que está en boca de todos, desde nuestros vecinos y amigos, hasta los profesionales sanitarios. Y es mucho más importante cuando se padece alguna patología crónica, como lo es la diabetes.
Recientemente, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca ha señalado que hacer ejercicio ayuda a prevenir complicaciones y patologías asociadas a la diabetes tipo 2, ayudándoles a controlar el peso y evitar la obesidad, reduciendo el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, manteniendo la tensión arterial y los niveles de colesterol, y mejorando la sensibilidad a la insulina y la utilización de la glucosa por parte de los músculos. Salir a correr, hacer bicicleta, o simplemente caminar durante una hora, favorece la circulación sanguínea en las personas con la patología.
Además, un beneficio del ejercicio para cualquier persona, es que aumenta la energía y reduce la ansiedad y el estrés a través de la segregación de endorfinas.
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