Con la edad, el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 aumenta, como también lo hace la probabilidad de padecer otras patologías relacionadas (o comorbilidades) como las enfermedades cardiovasculares o el sobrepeso. Por este motivo, los expertos recomiendan una atención especial e individualizada en el caso de personas mayores.
En primer lugar, es muy importante evitar los episodios hipoglucémicos, ya que podrían desencadenar complicaciones graves en los pacientes mayores. También habrá que prestar especial atención a los fármacos administrados y a sus posibles efectos adversos, así como vigilar las comorbilidades y el grado de dependencia (factores que podrían influir negativamente en el control de glucosa), según indica un estudio de la revista Medicina Clínica.
Debido a la gran relación que tiene la tercera edad con la diabetes tipo 2, será necesaria una correcta sensibilización e información de los pacientes, con el fin de que mantengan la adherencia al tratamiento y sigan hábitos de vida saludables, con una buena alimentación e hidratación constante.