Varios investigadores de la Universidad Northwestern (Estados Unidos) han descubierto que desayunar antes de las 8.30 horas podría reducir el riesgo de desarrollar diabetes, tras comprobar que las personas que lo hacían tenían niveles más bajos de azúcar en sangre y menos resistencia a la insulina.
Estudios anteriores ya han demostrado que la alimentación restringida en el tiempo ofrece una mejora de la salud metabólica, y en esta, concretamente, querían investigar si comer más temprano también afectaba y de qué manera lo hacía.
De esta forma, sus resultados sirven de base para desarrollar estrategias nutricionales que ayuden a abordar la manera de frenar la prevalencia de trastornos metabólicos como la diabetes, de manera que tomar el desayuno antes de las 8:30 horas de la mañana puede estar relacionado con una menor resistencia a la insulina y, por lo tanto, con menos posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2.
Si quieres leer el estudio completo, pincha aquí.
