Como cada 29 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Corazón, en una época en la que los factores de riesgo para la salud cardiovascular no paran de multiplicarse. Ya no es que cada vez haya más complicaciones, como el colesterol, la hipertensión, la obesidad o la diabetes; sino que cada vez hay más personas que padecen una o más de ellas, ya que están interrelacionadas, y el principal afectado es el corazón.
Según la Federación Mundial del Corazón, cada año, 18,6 millones de personas fallecen por enfermedades cardiovasculares. Y entre este porcentaje se encuentra, también, un elevado número de personas con diabetes; concretamente, un 50% de ellos fallecen de manera prematura por problemas cardíacos debido un mal control de su patología, por falta de formación sobre su patología, por parte de la Administración Pública.
En el desarrollo de eventos cardiovasculares tiene mucho que ver con un estilo de estilo de vida poco saludable, en el que se no se practique ejercicio; o se lleve una dieta está basada en grasas trans y saturadas; que sin duda son factores de riesgo, así como también para desarrollar diabetes.
Por todo esto, la Federación Española de Diabetes (FEDE) recalca la necesidad de que agentes sanitarios e instituciones colaboren con las asociaciones de pacientes, para que coordinadamente se tomen decisiones que den respuesta a las necesidades de las personas con diabetes y, así, contribuir a reducir las complicaciones cardiovasculares.