Diabetes alta

La diabetes alta o hiperglucemia se caracteriza por una elevada concentración de glucosa en la sangre (por encima de los 180 a 200 mg/dl) experimentada por las personas con esta patología. Los síntomas más frecuentes son la sed persistente, una visión borrosa y sensación de debilidad.

La hiperglucemia se produce por la incapacidad del cuerpo para sintetizar la glucosa, bien porque su páncreas no puede generar insulina (diabetes tipo 1), bien por la resistencia del organismo a la acción de esta hormona (diabetes tipo 2). Sin embargo, más allá de esto existen factores secundarios que pueden acentuar una hiperglucemia. Un control deficiente de los niveles de glucosa, así como llevar una mala alimentación o padecer otras enfermedades secundarias son algunos de ellos.

Para impedir que un paciente ponga en riesgo su salud entrando en una hiperglucemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un monitoreo constante y adecuado de sus niveles de glucosa en sangre. Además, pone a disposición de los interesados una serie de medidas para prevenir la diabetes tipo 2, centradas en la mejora de los hábitos de vida y de alimentación, que se puede consultar en este enlace.