La crononutrición es una rama de la Nutrición que estudia cómo los alimentos pueden tener distintos efectos en el organismo en función del momento del día en el que los ingerimos. Una variación que se produce debido a que el metabolismo responde a los llamados ciclos cicardianos: cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas.
En este sentido, varios expertos han señalado cómo el orden de las comidas podría ser clave para logar efectos positivos en la salud e incluso prevenir la aparición de enfermedades como la diabetes. En este último caso, se conoce que la sensibilidad a la insulina por parte de las células del tejido adiposo es mayor por la mañana, por lo que priorizar el consumo de carbohidratos y azúcares en las últimas horas del día es una forma sencilla de prevenir la aparición de esta patología.
Por otro lado, la recomendación nutricional habitual de no irse a dormir inmediatamente después de cenar es también una aliada en la prevención de la diabetes. Y es que, dar por terminado el día nada más acabar de comer es una práctica que potencia la presencia simultánea de melatonina e insulina en el organismo, lo que puede disminuir la tolerancia a la glucosa.
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