Durante 2022, la Federación Internacional de Diabetes (IDF, según sus siglas en inglés) ha estado publicando una serie de informes sobre la diabetes y su relación con distintas variables. La COVID-19, como una de las enfermedades que marcarán el siglo XXI, es uno de los grandes temas tratados en estos informes.
En este sentido, la IDF señala que las personas con diabetes infectadas por la COVID-19, tienen hasta un 40% más de riesgo de desarrollar complicaciones por la infección si llevan un mal control glucémico, independientemente de si padecen diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2.
Otros estudios, además, detallan que tener unos niveles elevados de A1c (entre el 7% y 10%) de manera permanente, aumenta entre un 65% y un 72% la probabilidad de sufrir complicaciones, e incluso muerte prematura, en comparación con otros pacientes con niveles A1c más bajos. Esto se debe a que las concentraciones altas de glucosa empeoran la respuesta inflamatoria a la COVID-19, ya que las hormonas reguladoras producen un impacto negativo en la sensibilidad y secreción de insulina.
Así las cosas, se concluye que la prevención, el tratamiento temprano y el buen control de la diabetes y la COVID-19 puede ayudar a mitigar el riesgo de sufrir complicaciones derivadas de las mismas.
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