Cómo evitar complicaciones de la diabetes

La diabetes, como enfermedad crónica, es una patología a la que debe hacerse frente desde una perspectiva amplia. En este sentido, hacer mediciones continuas de la glucosa y evitar oscilaciones de la misma es clave para mantener un buen control de la diabetes. No obstante, esto no es todo, sino que también hay que prestar atención a otros factores que, si se descuidan, pueden suponer factores de riesgo para la salud de las personas con diabetes. Y, además, tener en cuenta que los resultados de según qué hábitos, podrán verse al momento, pero también pueden pasar factura a largo plazo.

La alimentación juega un papel fundamental en el desarrollo de la diabetes. Mantener un peso saludable y apostar por una dieta rica en carbohidratos ricos en fibra (como lo son las verduras y hortalizas verdes, fruta, guisantes…) contribuirá a mantener la glucosa en sangre bajo control.

Otro pilar fundamental es, por supuesto, la práctica de ejercicio. De hecho, es el hábito más efectivo para evitar que se desarrollen complicaciones de la diabetes. Practicar un deporte que despierte interés mantendrá la actividad del organismo, y reducirá el estrés, que puede llegar a ser desencadenante de un aumento de la glucosa.

Dormir poco también provoca efectos negativos en la insulina y favorece el riesgo de estrés oxidativo. Aprovechar el verano y las vacaciones es una gran ocasión para poder descansar las horas suficientes y proporcionarle al organismo las horas necesarias de sueño, y así mejorar fácilmente el control de la patología.

Por último, y no menos importante, acudir a las revisiones médicas es vital para gestionar correctamente la diabetes. Las consultas con los profesionales sanitarios son imprescindibles para prevenir complicaciones como enfermedad renal, neuropatía o problemas cardiovasculares, que afectan a un gran porcentaje de personas con diabetes.