De acuerdo a una investigación de la Universidad de Tulane (Estados Unidos), una dieta baja en carbohidratos ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre en los pacientes con diabetes no medicados y en aquellos que tienen riesgo de padecer la patología.
Tras analizar a dos grupos, en el que uno redujo la ingesta de carbohidratos y otro mantuvo su dieta normal, los científicos concluyeron que con una alimentación reducida en hidratos de carbono, los primeros presentaron unos niveles más bajos de glucosa en ayunas.
Consumir menos hidratos de carbono permite un descenso de la hemoglobina A1c, que marca los niveles de azúcar en sangre. No obstante, el grupo de investigadores puntualizó que existen algunos carbohidratos complejos, que sí que aportan beneficios al organismo. Se refieren, sobre todo, a legumbres, cereales integrales; algunas frutas y verduras como el brócoli, el calabacín, el aguacate, la cebolla o los tomates; tubérculos y semillas.
Por otro lado, evitar el consumo de azúcar, pizza, pasta, arroz blanco, y bebidas alcohólicas y azucaradas, es decir, de carbohidratos “malos”, es muy importante para las personas con prediabetes, ya que pueden llegar a evitar el debut en la patología. Y, en los pacientes ya diagnosticados, una dieta saludable y equilibrada reduce el riesgo de sufrir complicaciones como infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares.