Desde la Universidad Técnica de Dinamarca y con la colaboración de la Unión Europea, se ha puesto en marcha el proyecto PRISMA, que busca desarrollar una bomba de insulina más pequeña que las que hay actualmente en el mercado, exacta y sin catéter. En este proyecto participan, también, varios centros de investigación europeos, como es el caso del Instituto de Automática e Informática Industrial de la Universidad Politécnica de Valencia. Su trabajo está centrado principalmente en desarrollar el software de la nueva bomba de insulina.
La llegada de este tipo de bombas de insulina sería muy útil para los niños con diabetes tipo 1, para que puedan gestionar correctamente su patología, y lo más autónomamente posible. “El hecho de que no tenga catéter y sea más pequeña la hace especialmente útil para niños, ya que son pacientes más difíciles de controlar y, por tanto, los que más se pueden beneficiar de esta tecnología. La diabetes tipo 1 se suele detectar a edades muy tempranas”, expone Jorge Bondia, investigador de PRISMA en la Universidad Politécnica de Valencia.
Además, sería útil para aquellas personas que practican deporte y necesitan no solo el control de su insulina, sino también del glucagón.
Las bombas están fabricadas con un material que les permite bombear al ser estimulados eléctricamente. Y, por otro lado, contarán con dos cámaras, para la administración de insulina combinada con glucagón.
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