Que las nuevas tecnologías mejoran la calidad de vida de los pacientes es algo irrefutable. En el caso de los sistemas de asa cerrada, son muchos los estudios indican que algunos de los beneficios que pueden tener para estas personas, además de una mejora de su control metabólico, una mejor calidad de vida, del sueño y una disminución de la carga de la diabetes.
Sin embargo, su accesibilidad es muy baja, tal y como se ha puesto de manifiesto en la jornada ‘Equidad en el tratamiento de las personas con diabetes: Acceso a los sistemas de asa cerrada en las CCAA’, en la cual Cristina Llorente Estiati, vicepresidenta de la Federación de Asociaciones de Diabetes de Castilla León (FADCyL), ha explicado los problemas que se encuentran las personas con diabetes a la hora de acceder a este tipo de innovaciones tecnológicas.
Asimismo, Llorente Estiati ha señalado que “la tecnología avanza mucho más rápido que la administración, lo cual puede provocar un desapego y una menor adherencia al tratamiento de la diabetes”. Además, ha explicado que “necesitamos que se revisen las estrategias de acceso y se elaboren protocolos consensuados para que los sanitarios puedan prescribirlos, además de aumentar el análisis científico de su coste-efectividad”.
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