La salud digital es una realidad. Las personas usan asiduamente dispositivos y aplicaciones para mejorar la salud. Por ello, es importante que las asociaciones se mantengan actualizadas tecnologías de las que se puedan beneficiar los pacientes.
Es este sentido, es recomendable que en la entidad exista una persona dedicada a formarse en nuevas tecnologías útiles en salud, tarea compleja en un entorno tan dinámico. Otra posibilidad es crear registros comunes entre las asociaciones, lo cual es un recurso de gran valor para los pacientes.
Por otro lado, debemos capacitar a los pacientes para que puedan valorar por sí mismos qué opciones digitales son las mejores para ellos; sin olvidar la importancia del respaldo científico de los recursos. Por último, debemos seguir concienciando sobre la cesión y uso de los datos personales, especialmente en un ámbito tan sensible como es el de la salud.
Sin lugar a dudas, la salud digital ha venido para quedarse y está en constante evolución, hecho que supone todo un desafío para las asociaciones de pacientes. Pero, precisamente por ello, estas entidades deben participar activamente en el diseño de las nuevas herramientas de salud digital, para asegurar que cumplan su finalidad: mejorar la calidad de vida y ofrecer apoyo a las personas que conviven con una patología.
Texto de Diego Villalón, cofundador de Fundación Más que Ideas.