Tanto para la persona que vive con diabetes como para su familia, es desafiante la tremenda cantidad de cuidado que se requiere desde el inicio de la enfermedad. Vivir con diabetes requiere de: dedicación, habilidad y disciplina. Por eso, algunas personas pueden verse superadas en algún momento y esto podría afectar a su diabetes, ya que el estrés provoca que los niveles de glucosa asciendan.
Se trata de un fenómeno psicofisiológico: el estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento. El día a día de las personas con diabetes y la cantidad de decisiones a las que se enfrentan, tanto sobre factores externos (por ejemplo, organizar un viaje), como internos (la propia autogestión de la patología), puede provocar estrés o agotamiento emocional.
Así, el estrés activa un conjunto de reacciones que implican respuestas conductuales y fisiológicas (neuronales, metabólicas y neuroendocrinas) que permiten al organismo responder al estresor de la manera más adaptada posible. Algunas consecuencias del estrés de larga duración que veo a mis pacientes son: abuso de la comida, problemas digestivos, sentimientos de desesperanza e inseguridad, irritabilidad, pérdida de motivación, insomnio, ansiedad o depresión.
En cualquier caso, se recomienda que, ante cualquier duda o consulta referente a la gestión emocional de la diabetes, se haga con un profesional psicológico experto en diabetes. Solo ellos podrán acompañar emocionalmente o realizar intervención psicoterapéutica, en función de las necesidades de cada paciente.
Iratxe Vilariño
Psicóloga Sanitaria Experta en Diabetes
Presidenta de la Federación de Asociaciones de Diabetes de Euskadi (FADE)