Este 2019 está siendo el año de las reivindicaciones y protestas. Y podríamos dedicar el Día Mundial de la Diabetes a hablar de necesidades no cumplidas y deseos. A hablar sobre que el sistema de monitorización continua se está financiado poco a poco, más bien de forma lenta, o sobre el número de personas que me escriben quejándose de la pasividad de su endocrino (con todo el cariño del mundo).
Sin embargo, creo que podríamos dejar de lado el lado ‘político-reivindicativo’, con el que no me identifico demasiado, y centrarnos en lo que realmente hace que me mueva y me motive: el humanismo. El poder de las personas.
Por todo ello, este 14 de noviembre te lo quiero dedicar a ti. Porque tenemos mucho que celebrar. Porque luchamos y aguantamos 24/7 la diabetes que nos acompaña año tras año, un fastidio que ha creado el mundo de los ‘chakras alterados’, como me gusta llamarlo.
Cada año celebramos dos cumpleaños: el del día en el que nacimos, y el del Día Mundial de la Diabetes. Porque en este día cumplimos un año más de centenares, o millares, de controles y pinchazos en los dedos, de cientos y cientos de inyecciones que vamos alternando y que, si las pusiéramos todas juntas dentro de un mismo marco abdominal, no dejarían un espacio de carne. Un año de decenas de decisiones diarias que se suman a nuestra lista diaria de preocupaciones que nos ponen en el lado difícil de la vida.
Pero, sobre todo, es un año más que suma. Un año para que reconozcas, si no lo has hecho ya, que vales mucho. Que tienes una gran fuerza interior y que cualquier cosa que se te ponga delante es una “risa”, porque tú te mueves en un plano superior. Un año más para sentirte orgulloso por haber mejorado esa gráfica, esos controles, esa estúpida costumbre que tenías enquistada y que te ha costado sudor y lágrimas arreglar. Un año para recordar que no eres perfecto, que hay cosas que siempre se pueden mejorar. Y, por supuesto, un año para hacer balance global, disfrutar y dar un par de días libres antes de volver a llenar la libreta de cifras, apuntes y objetivos.
Odio las frases motivacionales y positivas. Sin embargo, hoy te quiero dedicar una que me parece preciosa: “siéntete orgulloso de haber superado el 100% de tus días malos”. Creo que hoy te mereces un helado, una copa o un chuletón con medio kilo de patatas fritas.
¡Feliz Día Mundial de la Diabetes! ¡Feliz segundo cumpleaños! ¡Disfrútalo como el primero!