Los campamentos de verano son esenciales para todos los jóvenes con diabetes. No se trata solamente de estar una semana con 50 amigos de tu edad jugando y pasándolo en grande. Son mucho más que todo eso. Son un punto de encuentro donde el aprendizaje es mucho mayor que en cualquier escuela o seminario formativo. Son actividades con más de 80 personas, entre monitores, sanitarios y campistas, de edades muy diversas, en el que inmensa mayoría tiene diabetes.
Ahí no solo se va a aprender de diabetes, sino que también a adquirir valores que son muy necesarios para la sociedad, tales como: trabajar en equipo diariamente para conseguir objetivos; realizar tareas elementales como recoger el comedor; fomentar la empatía; resolver problemas, etc. Aunque la formación que reciben no es lo único fundamental, también lo es lo que ellos aportan al grupo, y en especial para aquellos que están empezando o que acaban de debutar.
Después de más de 12 años asistiendo a campamentos de verano, puedo asegurar que estas experiencias son cruciales para la inmensa mayoría de los asistentes. Aquí se forma a personas para que sean capaces de ser totalmente independientes a la hora de controlar su diabetes y, a la vez, se les enseñe a valorar y respetar a los demás.
Este año, después de un duro parón a causa de la pandemia, ya se van a realizar algunos campamentos por diferentes puntos de España. Es una noticia fantástica, ¡y os deseamos lo mejor! El resto de asociaciones seguiremos trabajando para que el año que viene no falte ningún niño en ningún campamento.