Mejor prevenir que curar

Llegaron las Navidades y, aunque nos parece mentira que ya estemos a punto de dar la bienvenida a otro año nuevo, es momento de tomar decisiones y definir nuevos propósitos para 2020, entre ellos, el de mejorar nuestros controles glucémicos para el año que viene. Pero también tenemos que decidir si nos queremos vacunar este año de la gripe o no.

No es raro escuchar a algunas personas decir que la vacuna de la gripe provoca la propia gripe, pero ¿cuánto de cierto hay en todo esto? Y si es así, ¿por qué recomiendan a todas las personas que viven con diabetes vacunarse anualmente?  Los procesos víricos, como es el caso de la gripe, provocan niveles elevados de glucosa y, en consecuencia, un descontrol en la diabetes que,  en algunos casos, puede ser severo, hasta el punto de terminar en un ingreso hospitalario. Esta es una de las razones por las que la vacuna es fundamental, tanto para prevenir complicaciones asociadas, como para reducir el riesgo de contraerla durante estos meses de otoño / invierno en los que estamos más expuestos.

No obstante, es cierto que es un virus con muchas mutaciones que, en ocasiones, hace que la vacuna no sea 100% efectiva, ya que no siempre nos contagiamos de las cepas que contiene la vacuna suministrada. Este puede ser uno de los motivos por el que contraemos la gripe a pesar de habernos vacunado, pero también existe otro. Y es que, la gripe se incuba durante dos semanas en nuestro organismo, por lo que es posible habernos contagiado del virus antes de la vacunación y que, al ponérnosla, lo achaquemos a ella.

En cualquier caso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos sanitarios internacionales recomiendan que todos los profesionales sanitarios y personas con  patologías crónica nos vacunemos. Siempre es mejor prevenir que curar y, desde luego, si estamos cerca de la gripe, vacunados será más difícil que nos contagiemos nosotros o que se la contagiemos a los demás.

Por lo tanto, este año no lo dudes y ¡súmate a la prevención!