Una mirada a nuestra salud

Quienes tenemos diabetes tipo 1 desde hace varias décadas, debemos cuidarnos desde el momento del diagnóstico y a lo largo de nuestras vidas para prevenir y / o retrasar ciertas complicaciones y, para lograrlo, es muy importante la educación en diabetes.

Una de las complicaciones microvasculares es la retinopatía diabética (RD), una patología de la diabetes que afecta a nuestros ojos, causada por el daño a los vasos sanguíneos del tejido sensible a la luz que se encuentran en el fondo del ojo (retina).

Al principio, la RD puede no tener síntomas o sólo problemas leves de visión. Sin embargo, puede provocar ceguera si no se diagnostica a tiempo y no se le da tratamiento.

Es por ello que es de suma importancia realizarnos un examen visual cada año, al cual se denomina “fondo de ojo”, donde, con unas gotas, nos dilatan las pupilas y  el oftalmólogo puede ver cómo se encuentra la  retina, la que más sufre si hay un mal control de los niveles de glucemia durante un largo periodo de tiempo.

A quienes tenemos diabetes tipo 1 nos recomiendan hacernos este examen dentro de los 5 años desde nuestro diagnóstico y con más regularidad después de ese tiempo, idealmente cada año. Mientras, cuanto antes recibamos tratamiento para la RD, mejor funcionará dicho tratamiento.

Si notas cambios en tu visión de manera abrupta (visión borrosa, puntitos, destellos de luz, puntos ciegos en el campo visual o visión distorsionada), llama a un profesional de la oftalmología cuanto antes para hacerte un chequeo.