En España, actualmente, hay más casos de obesidad y sobrepeso que entre las generaciones pasadas, y fundamentalmente durante las dos últimas décadas. En este sentido, ahora afecta al 21,6% de la población adulta y a uno de cada seis niños y adolescentes, según la Encuesta Nacional de Salud.
La obesidad y el sobrepeso generan más problemas de salud y la aparición de otras patologías derivadas, como es la diabetes tipo 2, y que se conoce como “diabesidad”. A nivel individual, los buenos hábitos alimenticios y la actividad física son dos de las principales claves para reducir las cifras de obesidad y sobrepeso, que algunos expertos y organismos internacionales de la salud ya definen como de “epidemia”. Sin embargo, las dinámicas diarias de padres, niños y adolescentes, y de la sociedad en general, siguen poniendo de manifiesto que aún no tienen interiorizada la necesidad de modificar sus costumbres, muy alejadas ya, por ejemplo, de las bondades de nuestra la Dieta Mediterránea.
Por lo que se refiere a los más jóvenes, los expertos aclaran que en este grupo poblacional está poco arraigado el realizar cinco comidas al día, que es precisamente lo que recomiendan los profesionales médicos. Otro de los grandes errores en salud de los adolescentes en este sentido, es que durante su tiempo de ocio, fundamentalmente los fines de semana, la mayoría de sus puntos de encuentro son en establecimientos de comida rápida poco saludable, sustituyéndolo por los otras actividades más sanas,
como andar o realizar actividades deportivas como montar en bicicleta o practicar fútbol o baloncesto. Y otro de los motivos de que se aumenten estas cifras, es que tanto niños como adolescentes ingieren poco pescados y verduras, y uno de los grandes motivos de esto es la cuestión ejemplarizante: si no lo ven hacer a sus padres, no lo van a imitar.
Así las cosas y por lo que se refiere a nivel individual, las alternativas que los expertos plantean frente a estos hábitos poco saludables, destacan dos elementos fundamentales. A saber: retornar a la Dieta Mediterránea; y dedicar un tiempo prudencial a comer, en familia, marcando un horario regular.
No obstante, adquirir buenos hábitos saludables no sólo depende de nosotros, también del entorno, la administración pública y la empresa privada. En este sentido, se ve como fundamental, tanto por parte de los profesionales médicos expertos como por entidades como la Federación Española de Diabetes (FEDE), que se apueste por campañas de información y de concienciación centradas en la importancia de la salud como el gran pilar de la calidad de vida, y que comienza por una educación en hábitos sanos desde la infancia.