El componente emocional

El convivir con una enfermedad crónica o una situación de salud que conlleve realizar un tratamiento alargado en el tiempo no siempre es fácil. Una de las mayores dificultades que podemos encontrar es el habituarnos a tomar medicación, ya que implica adaptar nuestras rutinas y gestionar a nivel emocional el malestar que la enfermedad nos ocasiona.

El tratamiento es, en definitiva, un recordatorio de lo que nos ocurre y, algunas veces, el querer evitar pensar en ello nos lleva a no seguir las pautas como deberíamos.

Es fundamental que los médicos tengan presente este componente a nivel emocional. El ponerse en nuestro lugar, les permitirá entender que para nosotros no se trata solo de una pastilla, un pinchazo o ir a fisioterapia, sino de tener que aceptar que nuestra vida no va a volver a ser la de antes.

El normalizar las dificultades emocionales que pueden surgirnos, nos permitirá, por otro lado, encontrar juntos la mejor estrategia para superarlas.

Además del papel tan importante que tienen los especialistas en que se consiga una buena adherencia al tratamiento, no podemos olvidarnos de la labor del equipo de Enfermería, que son los que más contacto tienen con los pacientes, ni de los psicólogos que nos acompañan durante todo el proceso.

Todos ellos pueden ayudarnos a no ver al tratamiento como un enemigo, sino como un compañero. Algo que nos hace la vida más fácil.

Y es importante recordarnos no sentirnos culpables si algún día no podemos seguirlo a rajatabla.

Somos humanos y somos mucho más que nuestra enfermedad.

Esmeralda Romero

Voluntaria de la Fundación Más que Ideas

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