Diabetes y salud oral: una relación bidireccional

La diabetes y la salud bucal forman parte de la salud corporal general, y las personas con diabetes deben ser conscientes de lo que puede suceder dentro de la boca cuando los niveles de azúcar en sangre son demasiado elevados. Algunas de las afecciones orales asociadas con la diabetes pueden provocar:

  • Boca seca y falta de saliva.
  • Caries en mayor cantidad y con un desarrollo rápido.
  • Úlceras y heridas que tardan mucho tiempo en sanar.
  • Candidiasis oral, un tipo de infección bucal causada por hongos.
  • Gingivitis y recesión de encías que pueden provocar periodontitis, el estadio más grave de la enfermedad de las encías.

El azúcar es el mayor enemigo de los dientes y la salud bucal en general. Para las personas con diabetes, esto va más allá de evitar los dulces y refrescos. Significa controlar los niveles de glucosa en sangre.

Debemos recordar que la relación entre la diabetes y la salud bucal es bidireccional. Un nivel alto de azúcar en sangre puede favorecer el desarrollo de periodontitis (enfermedad grave de las encías), lo que a su vez tiene efectos perjudiciales para el resto del cuerpo, porque las encías son la puerta de entrada de las bacterias al resto del organismo.

La periodontitis, por su parte, puede afectar a la regulación del nivel de azúcar en sangre. Y las personas que viven con diabetes tienen de 1,5 a 3 veces más probabilidades de padecerla. De hecho, es ya la sexta complicación relacionada con la diabetes. Esto también significa que tienen más riesgo de desarrollar complicaciones causadas por la periodontitis, y de que estas se vean empeoradas por la diabetes.

Rutina de higiene oral

Un buen cuidado oral puede ayudarte a prevenir la enfermedad de las encías y su efecto sobre la diabetes. Tan solo debes visitar al dentista cada 6 meses y mantener una higiene oral correcta. Esto significa seguir diariamente estos 3 sencillos pasos:

  1. Limpiar entre los dientes con palillos o cepillos interdentales o con seda dental. Es importante que lo hagas al menos una vez al día, preferiblemente por la noche y siempre antes del cepillado normal.
  2. Cepillarte mínimo 2 veces al día y al menos durante 2 minutos. Elige un cepillo de filamentos suaves que sea respetuoso con tus dientes y encías y una pasta con flúor.
  3. Terminar enjuagando con un colutorio adaptado a tus gustos o necesidades.

Junto con un buen control glucémico, es una receta para una mejor salud general total.

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