Muy cerca y a la vez muy lejos

Esta semana he sido partícipe de una iniciativa de la que, sinceramente, he salido muy satisfecha por todo lo que he podido descubrir. Me refiero a los encuentros informales que la Fundación ONCE, bajo el nombre de Coffee Corner, celebra periódicamente en su sede, y al que acudí en representación de la Federación Española de Diabetes (FEDE) como presidenta de la Federación de Asociaciones de Diabéticos de la Comunidad de Madrid (FADCAM). Son charlas en las que todo es informal: desde la hora de la convocatoria (a las 15.00 horas); pasando por el espacio de celebración (al lado de las mesas de trabajo de los empleados); hasta el formato del evento (sillas dispuesta en forma de corro).

Como ponente, mi cometido consistía en explicar qué es FEDE y cuál es su principal función, así como acercar a los asistentes el valor del asociacionismo. Así, durante mi intervención expliqué: cómo surgimos; los valores que nos unen como colectivo; nuestros logros conseguidos y retos pendientes; nuestros objetivos; etc.; y mientras lo hacía, me alegro ver el enorme interés que suscitaban mis palabras, siendo  muchas y muy curiosas algunas de las preguntas que se lanzaron. Tuve también la oportunidad de explicar mi experiencia y, además, compartir la de otras personas ahí presentes que, precisamente, también tenían diabetes. Debo reconocer que no me sorprendió mucho, pues los problemas visuales están muy ligados a esta patología.

No obstante, lo que sí me sorprendió es lo que yo pude descubrir. Si yo pude explicarles qué es lo que hacemos en las asociaciones, ellos me hicieron abrir los ojos sobre una realidad de la diabetes que desconocía. Me refiero a los problemas a los que se enfrenta una persona con la patología, además de ciega. Es cierto que todos conocemos que hay medidores adaptados para este colectivo en específico, por ejemplo, así como otras muchas herramientas tecnológicas. Sin embargo, algunas de ellas, por tener una configuración en la que no se ha contado con la opinión de la persona con diabetes y ceguera, no es del todo accesible y útil; y desde la Fundación ONCE trabajan para, además de otras muchas cosas, hacer un entorno más ameno y agradable, trasladando su visión sobre pequeños cambios en estas innovaciones, que pueden suponer grandes logros.

Así pues, debo decir que, a pesar de llevar décadas representando al colectivo de personas con diabetes, todavía hoy voy descubriendo nuevas cosas que me enriquecen tanto como presidenta de FADCAM, como Ana Belén Torrijos. Tan sólo hay que aprovechar estas oportunidades que se nos ofrecen de acudir a explicar qué somos, para encontrarnos con otra realidad que tenemos muy cerca, pero al mismo tiempo muy lejos si no sabemos mirar con atención.

Ana Belén Torrijos, presidenta de FADCAM y de la Asociación de Diabéticos de Leganés.