Sin lugar a dudas, la sanidad del siglo XXI tiene un gran titular de tan solo dos palabras: transformación digital. En el Senado, el pasado mes de abril, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, explicó que desde hace meses se trabaja en el desarrollo de la Estrategia de Salud Digital dentro de Sistema Nacional de Salud (SNS), con la colaboración de las Comunidades Autónomas y con la participación de los sectores y actores implicados.
Es una estrategia que se articula en torno a tres ejes: impulso de la analítica de datos y la explotación de información y la inteligencia del SNS; el impulso a la salud en red; y el desarrollo de los servicios públicos digitales del SNS.
También se contempla un plan de mejora en la Atención Primaria, donde se pretende mejorar la accesibilidad de los pacientes a los profesionales sanitarios a través del ámbito virtual y, a su vez, facilitar al sanitario su trabajo.
Hay quien piensa que la comunicación digital puede deteriorar la relación de contacto con el paciente, pero es al contrario, ya que si está bien utilizada, humaniza más que una consulta presencial donde no hay tiempo ni de mirar a los ojos.
Una de las grandes lecciones que nos ha dejado la pandemia es que es necesaria la digitalización de nuestro sistema sanitario y la accesibilidad telemática al ciudadano, algo de lo que se verán especialmente beneficiados los pacientes con patologías crónicas, como puede ser la diabetes.