No hay un solo día en el que no digamos eso de “claro, con esto del COVID…”. La pandemia por la COVID-19 nos ha sacudido como jamás imaginábamos. Sin embargo, 2021 es el año de la reconstrucción, de retomar lo que funcionaba bien, de mejorar lo no tan bueno y de aportar soluciones.
Quizás no sea casualidad que 2021 sea Año Santo. Para alcanzar el Jubileo hay que recorrer todos juntos este camino: pacientes, familiares, entorno, profesionales, sistema sanitario y sociedad.
La Federación Española de Diabetes (FEDE) ha marcado claramente las etapas, que comienzan con educación y formación en diabetes, continúan con Enfermería y Atención Primaria, participación en toma de decisiones y finalizan con la implicación en el Sistema Nacional de Salud. ¿Qué credenciales no pueden faltar?
Necesitamos datos. La diabetes es el paradigma de enfermedad digital y continuamente se generan datos en el ámbito online. Conocerlo nos permite ofrecer mejores tratamientos, trabajar para solucionar necesidades y tomar decisiones más acertadas.
Tenemos que seguir reivindicando el acceso por igual a todas las novedades tecnológicas y a los últimos tratamientos disponibles. Esta inversión debe ser enfocada desde un punto de vista de aportar valor, de forma individualizada y ajustada a las necesidades de cada persona. De nada sirven estas novedades si falla la educación diabetológica.
No puede faltar la medición de resultados, más allá de unos valores analíticos o clínicos. Es importante incluir la experiencia del paciente y cuidadores como elemento clave en la gestión sanitaria y también incorporar la experiencia de los profesionales para evaluar acciones globales del sistema sanitario.
Os invito a recorrer este camino juntos.