Nuevas dinámicas y viejas rutinas

Las federaciones y las asociaciones de pacientes con diabetes tienen como principal objetivo dar apoyo y defender los derechos del colectivo al que representa. En este sentido, llevan a cabo una gran labor de representación ante las administraciones públicas, y lo hacen tanto en momentos de estabilidad como en fases críticas y complejas, como las que recientemente se han vivido con motivo del COVID-19.

Tras haber superado el periodo más crítico, las entidades retoman la normalidad del día a día, y tras haber dado respuesta y soporte a sus socios por medio de alternativas y herramientas virtuales. Sin embargo, la rutina ya no es la misma; en todas ellas ha cambiado algo, y no es otra cosa que la firme convicción de que, lejos de abandonar esta nueva vía de atención a las personas con diabetes, debe incorporarse a partir de ahora como un elemento más en su día a día. Así, de contar con el pilar fundamental y casi único del trato y apoyo presencial, se está procediendo a incorporar ya de manera natural el virtual y telemático. Con esto, además, se logra de manera indirecta una cosa más, que las federaciones y asociaciones comiencen a moverse con normalidad en el mundo en el que se encuentran y debaten los jóvenes, que son el futuro y el relevo del movimiento asociativo.

De toda crisis, dicen, se generan fortalezas. En este caso, en el de las asociaciones, ha derivado en riqueza asistencial y de servicios.

El COVID-19 ha supuesto una crisis sanitaria y debemos ser conscientes de que se convivirá con este virus durante mucho tiempo, y es por ello por lo que, ahora más que nunca, debemos estar preparados para posibles fases similares. De producirse nuevas limitaciones y / o restricciones de movimientos, las federaciones y asociaciones de pacientes sabrán ya cómo actuar y no tendrán que empezar desde cero a reorganizar el apoyo a sus socios y pacientes.

No es cuestión de entrar a valorar lo bueno y lo malo; pero sí de analizar nuevas dinámicas y replantear viejas rutinas. Ni nada tiene por qué desaparecer y nada tiene por qué imponerse; tan sólo debe mejorarse para que la persona con diabetes cuente con lo mejor que las federaciones y asociaciones puedan ofrecerle en cada momento.