A la altura de las necesidades

La pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2, causante del cuadro clínico COVID-19, ha supuesto una verdadera crisis sanitaria, y que ha afectado de lleno a colectivos más vulnerables, como son las personas con diabetes tipo 2, con grandes carencia en lo que a formación diabetológica se refiere.

En este contexto, los farmacéuticos comunitarios, al igual que otros colectivos, han tenido que adaptar y reforzar algunas de sus funciones para dar una respuesta eficaz a las necesidades sanitarias de la población, tal y como se ha puedo de manifiesto en el seminario online celebrado recientemente por parte de la Federación Española de Diabetes (FEDE), con el apoyo de Bidafarma, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Y a pesar de las dificultades, han estado en la primera línea de lucha contra el virus, readaptando sus instalaciones con medidas de seguridad, resolviendo todo tipo de consultas de la población y prestando servicios que se han demostrado de especial utilidad y necesidad durante la pandemia para la ciudadanía, en general, y para los pacientes, en particular.

Los farmacéuticos también han trabajado con espíritu colaborador junto con el resto de profesionales de la Atención Primaria (médicos y enfermeras) en una línea de trabajo que debe mantenerse en el futuro, más allá de la pandemia, en beneficio de la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS). Y es que, su labor para con las personas con diabetes ha sido, en tiempos de pandemia, crucial, al haber aportado una información y una atención cuando no se podía recurrir a nuestros profesionales sanitarios.

Está claro que su función es clave, pero no sólo en momentos de crisis, sino en todo momento. Y de ahí que, desde FEDE y desde las asociaciones miembro, reivindiquemos el papel de estos profesionales y, asimismo, solicitemos a la Administración Pública un mayor reconocimiento de su labor asistencial que, lejos de quedarse anclada, ha sabido adaptarse a las circunstancias y, además, estar a la altura de las necesidades y demandas de los pacientes crónicos como son las personas con diabetes.